“Un hogar con ventanas francesas”
Por: Hermana Maria Edith
Fundadora Mano Extendida
“Más bienaventurado es dar que recibir.”
Que bendición es experimentar y vivir este versículo y entender lo que nuestro amado Jesús dijo sobre el regalo de DAR y DARNOS a los demás, puesto que en ello nuestro corazón encuentra verdadera paz y felicidad.
Hace veinte años, cuando mi esposo y yo nos embarcamos en el proyecto de comprar nuestra casa, teníamos varias ideas de mejoras para darle “nuestro toque” al hogar, uno de ellos era cambiar las ventanas por otras de estilo francés, pues me resultaban más lindas y prácticas.
Ese proyecto se hizo realidad en “mi hogar extendido”, en el asilo Giuseppe Angelucci, en donde cuarenta y cinco abuelitos tienen un nuevo espacio para descansar y vivir cómoda y dignamente.
Ser parte de este hermoso proyecto me ha permitido conocer las necesidades, sueños y alegrías de estos ancianos, y me ha llenado de gozo saber que gracias al aporte de muchos corazones hemos podido ampliar sus habitaciones.
Durante el proceso de ampliación pude ver la ilusión que esta mejora significaba para cada uno de los abuelitos, escuchar su pláticas de “quienes estrenarían y dormirían en el nuevo lugar”, y ver aquellos adultos mayores volverse niños, celebrando cada avance de su hogar, cada ladrillo, puerta, mobiliario y ventana, eran motivo de asombro y regocijo.
Hoy con todo el corazón puedo decir que soy feliz con mis ventanas francesas…fueron ubicadas en el mejor lugar… “el hogar extendido”, que Dios eligió para enseñarnos que hay más felicidad cuando compartimos con otros lo mucho que Él nos da.
TODOS PODEMOS AYUDAR. SÚMATE.
No hay ningún aporte pequeño, todo es valioso y bien recibido.
Te invitamos a convertirte en una mano extendida para nuestros hermanos DONANDO.
Y todo lo que hagáis, hacedlo de corazón.