“Llegamos para visitar a los abuelitos el asilo Giuseppe Angelucci y que grande fue mi sorpresa cuando al encuentro venía aquel anciano con una sonrisa de oreja a oreja y una mirada rebosante de alegría diciéndome: “Mire que bien me veo con mi camisa nueva”… su expresión genuina de gratitud, sumada a la impresión de ver como aquella colorida camisa que antes había sido mía podía ser motivo de tanta felicidad conmovió mi corazón.

Aquel abuelito me había contagiado de su gratitud y me había regalado la satisfacción indescriptible que hay cuando uno sabe que ha hecho feliz a alguien más.

Para mí aquella camisa era una prenda útil y rutinaria de la que podía desprenderme para donarla a alguien más; para aquel abuelito era un regalo único, nuevo y preciado que lo hacía sentir especial.

Esa es la magia y el sentido del porque queremos compartir el gozo de DAR y ser parte de la vida y felicidad de alguien más, porque esa felicidad se contagia y nos hace volver a lo esencial: el amor.

En este 2022 hemos presenciado el milagro de ver ese amor extendido hacia nuestros abuelitos del asilo Giuseppe Angelucci, un hogar con el que hemos tenido la oportunidad de compartir y ayudar con el proyecto de ampliación de sus instalaciones.